A partir de los años 30 del siglo pasado, algunas familias acomodadas en busca de la tranquilidad que no tenían en el entonces centro de la ciudad de Madrid eligieron esta ubicación para adquirir grandes fincas y construir sus palacetes. Desde hace muchos años, la zona está totalmente integrada en la ciudad, aunque siempre conservó ese halo de exclusividad, tranquilidad y elegancia.
Si recorremos sus calles encontraremos singulares palacetes, algunos de ellos ocupados hoy por embajadas y sedes institucionales, grandes chalets y urbanizaciones de lujo con bonitas zonas verdes. Una ubicación muy codiciada y unas viviendas de valor extraordinario. Son escasas las opciones de disfrutar de un estilo de vida excepcional en el centro de una gran urbe. Por ello, las viviendas construidas en el Paseo de la Habana 147 resultan tan especiales y únicas en la ciudad de Madrid.
Al igual que la zona, el conjunto arquitectónico de Paseo de la Habana 147 también tiene su historia. Para conocerla, vamos a remontarnos a los años 30, cuando D. José de Oñate adquirió una finca de más de 7.500m2 para construir un lujoso palacete dónde vivir largas temporadas junto a su mujer y sus 7 hijos. Ya entonces, la familia apreció el valor de la tranquilidad y privacidad que ofrecía esta finca y su elegante residencia, rodeada de árboles, jardines y verdes huertos. Le puso por nombre “La Hortalaya” cuya raíz “hortal” significa huerto.
Casi 100 años después, en éste mismo espacio se ha construido la urbanización Paseo de la Habana 147. Mucho ha cambiado la vida en casi un siglo, pero este enclave, no solo no ha perdido ni un ápice de su encanto y elegancia, sino que ha ganado en valor siendo una de las ubicaciones más caras y deseadas de la ciudad.